Durante la época colonial, una enorme estructura conocida como la Ciudadela de San Benito destacaba a simple vista en el mapa de Mérida, pero ya no existe en la actualidad.
En algún momento, la ciudadela llegó a albergar simultáneamente al convento mayor de la orden de San Francisco con sus tres iglesias, y a las murallas de una fortaleza custodiada por militares.

Con ayuda de una linea del tiempo te contaremos su historia y la razón por la cual no quedó en pie más que un vestigio descubierto por el investigador e ingeniero Raúl Alcalá Erosa, quien recabó estos y muchos datos más en su libro Historia y Vestigio de la ciudadela de San Benito.
Contenido adicional: Línea del Tiempo Ilustrada
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El último vestigio de la muralla
En 1994, el ingeniero Raúl Alcalá Erosa hizo un descubrimiento que dejaría ver la existencia de un fragmento de la muralla, aún en pie hasta nuestros días. Sin embargo, el muro se encuentra oculto a los ojos de los transeúntes en la zona de los mercados.

Alcalá Erosa señala que “con cuarenta pies de altura y ocho de espesor, las murallas circundantes contaban con andenes de vigilancia y circulación en su parte superior para inter-comunicar los baluartes”, de modo que una construcción tan grande no podía desaparecer sin más y así fue.
El muro en cuestión se encuentra detrás de los edificios de la calle 56 entre 65 a unos cuantos metros del mercado Lucas de Gálvez y gracias a él, el arquitecto pudo situar con una gran precisión la ubicación de la ciudadela.



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