El barrio de Santa Ana y su encanto colonial

Uno de los rincones de Mérida que aún conserva parte de su arquitectura colonial es el barrio de Santa Ana, un sitio que destaca por su atractiva iglesia edificada en el siglo XVIII en el norte del centro histórico.

Plazuela de Santa Ana

El templo colinda con una plazuela que suele ser muy concurrida debido a su cercanía con el Paseo de Montejo y la presencia de un bullicioso mercado en el que se pueden degustar distintos platillos típicos del estado de Yucatán, tales como panuchos, salbutes, tortas y tacos de cochinita, relleno negro, etc.

Todo este conjunto se ubica sobre la calle 60 entre 45 y 47.

La Iglesia de Santa Ana

La primera piedra fue colocada el 21 de enero de 1729 por el entonces gobernador y capitán general de Yucatán, Antonio de Figueroa y Silva, apodado “El manco”. El recinto religioso fue concluido el 10 de agosto de 1733.

Fotografías de la iglesia de Santa Ana en 1974 y 2021, respectivamente.

Plazuela apacible

En el libro “Los parques de la Mérida colonial” de Carlos Cámara Gutiérrez, se indica que la plazuela recibió el nombre de Andrés Quintana Roo en el año de 1880 y en 1901 se construyó una fuente al centro de la plaza con una estatua conocida como “La Negrita”, la cual fue removida y trasladada a San Juan en 1917.

Actualmente, la plazuela de Santa Ana está custodiada por la figura de Andrés Quintana Roo, mirando hacia la iglesia.

Datos curiosos

Este barrio surgió a partir de una población prehispánica y es probable que la iglesia se haya levantado sobre una plataforma maya. En la época colonial, este sitio fue habitado por artesanos y jornaleros.

Existieron también dos arcos construidos sobre el camino que iba de la iglesia de Santa Lucía hasta Santa Ana y que fueron demolidos posteriormente.

En 1915 sobre la calle 60, en el predio número 417, abrió sus puertas el cine Pathé, posteriormente conocido como “Encanto”. Este fue uno de los primeros cinemas de la ciudad.

Cuatro años después, en la calle 60 con 47, se inauguró el “salón Montejo” donde el público podía disfrutar de películas y operetas.

Publicado por Blúneid

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