El 18 de febrero de 1845, los habitantes de la ciudad fueron testigos del primer vuelo en Yucatán de un globo aerostático tripulado, piloteado por el Sr. José María Flores.
En el libro Historia y Vestigios de la ciudadela de San Benito, el Arq. Raúl Alcalá Erosa relata este episodio fascinante de la historia de Mérida.
Durante unos 20 minutos, el globo surcó los cielos de la capital yucateca, partiendo desde el cruce de las calles 54 y 69, cerca de la ciudadela de San Benito, y descendiendo en el pintoresco barrio de San Sebastián.

Este asombroso evento quedó registrado en el Tomo 1 de El Registro Yucateco y también fue inmortalizado en una caricatura costumbrista del talentoso artista Gabriel Gahona, más conocido como “Picheta”, en 1847. Asimismo, Alcalá Erosa menciona que una pintura contemporánea del Dr. Eduardo Urzáiz hace eco de la hazaña. Incluso, en la obra La Guerra de Castas de Nelson Reed, se menciona brevemente el evento, describiendo cómo el distinguido aeronauta argentino ascendió a dos kilómetros sobre los cielos de Mérida en su globo, decorado con alegría.
Antes de este vuelo en Mérida, solo se tiene conocimiento de un acontecimiento similar en México: el vuelo de Guillermo Eugenio Robertson en 1835, quien protagonizó un evento espectacular en la Ciudad de México, considerado un “prodigio nunca antes visto”. Robertson terminó su vuelo en la copa de un árbol cerca de Chalma.

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