En su libro Historia y Vestigios de la Ciudadela de San Benito, el arquitecto Raúl Alcalá Erosa describe cómo, en los alrededores de la antigua ciudadela de San Benito, existían tres importantes paseos o parques: el Paseo de Merinos, la Plazuela de López de Llergo y la Alameda de Gálvez, también conocida como el Paseo de las Bonitas.
Algunos de los elementos decorativos de estos espacios, especialmente de la Alameda de Gálvez, han sido preservados y se encuentran actualmente en el parque zoológico del Centenario, sobre la avenida Itzaes.
Entre estos destacan unas centenarias bancas de piedra labrada con respaldo y descansa brazos, así como una fuente circular construida en secciones.
Además, forman parte de aquel conjunto algunas lápidas grabadas que narran pasajes de la Guerra de Castas, con acciones dictadas desde la ciudadela de San Benito.
Este tema cobra especial interés ante los recientes comentarios en redes sociales sobre las nuevas bancas de granito colocadas en la plaza principal de Mérida, la cual fue sometida a una restauración completa.
Muchos comentarios resaltan el valor histórico de las bancas verdes de la plaza y esto abre la oportunidad de recordar las verdaderamente antiguas y coloniales bancas del Paseo de las Bonitas, puesto que aquella alameda fue construida entre los años 1789 y 1790, como puede comprobarse en una lápida labrada y que aún se halla en su sitio original.
Por tal motivo, las bancas que ahora resguarda el Centenario poseen una autenticidad histórica que las hace verdaderos testigos del pasado de Mérida.
Ojos de Kóokay 
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