“Crucificados” en Yucatán, la tradición católica de representar el viacrucis

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Fotografía: @cllcabrera19

La representación de la Viacrucis en las iglesias de Yucatán es una tradición muy arraigada desde hace muchos años.

El término Viacrucis se refiere al camino que recorrió Jesús desde que fue condenado a muerte hasta su crucifixión y sepultura, y es meditado a través de catorce estaciones que evocan los acontecimientos descritos en los Evangelios.

En Yucatán, esta meditación se realiza con gran solemnidad durante la Cuaresma y, especialmente, el Viernes Santo. Los fieles recorren cada una de las estaciones, representadas con imágenes de Jesús y otros personajes bíblicos, acompañadas de oraciones, cánticos y profundas reflexiones. Es una experiencia conmovedora que permite a la comunidad conectar espiritualmente con la Pasión de Cristo.

Representaciones llenas de pasión

Además del rezo tradicional, muchas comunidades yucatecas realizan representaciones dramáticas al aire libre con una sorprendente carga emocional y realismo. Durante una visita que realizó nuestro equipo a la comunidad de Acanceh, fuimos testigos de una de estas manifestaciones de fe, que también se realizan en Mérida y en muchas otras localidades del estado.

En lugares como Acanceh, el Viacrucis involucra a la comunidad con meses —incluso un año— de anticipación: se eligen cuidadosamente a los participantes, se fabrica la cruz, se ensayan los pasajes y se prepara cada detalle. La cruz que porta el actor que representa a Jesús puede llegar a pesar más de 100 kilos, y el recorrido suele hacerse bajo el implacable sol del mediodía. Representar a Cristo no es tarea fácil: requiere resistencia física, entrega espiritual y una profunda conexión con el papel.

Durante el recorrido, es común escuchar cánticos religiosos, rezos colectivos y el Rosario del Pésame. En algunos casos, al concluir el Viacrucis, se realiza la meditación de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, como acto final de reflexión.

Uso de elementos prehispánicos:

En algunas localidades, el Viacrucis adquiere un tono místico y sincrético. Como en Acanceh, la procesión se realiza cerca de pirámides mayas, y algunos elementos de la tradición prehispánica se entrelazan de manera simbólica con la fe católica, creando una atmósfera única.

Algunos de estos elementos son:

  • Cánticos y rituales: Durante el Viacrucis, se entonan cánticos religiosos, y se utilizan elementos mayas como el “báalche” (bebida ceremonial). 
  • El “piix” (cubierta): Las cruces mayas, con una manta sobrepuesta, indican tanto lo femenino como lo masculino, y la manta se refiere como “nook’” o “tela”. 
  • La cruz verde: La cruz verde, asociada al árbol de la vida (Ceiba), también se utiliza en algunas celebraciones mayas, según Yucatán.Travel

Tradiciones desaparecidas:

Y aunque esta tradición sigue viva, también ha cambiado con el tiempo. En el pasado, existían Viacrucis mucho más largos, como el que se realizaba de Hunucmá a Tetiz, un trayecto que ya no se lleva a cabo hoy en día, pero que forma parte de la memoria devocional del pueblo yucateco.

El Viacrucis en Yucatán no es solo una representación religiosa: es un acto de fe viva, una expresión cultural compartida y un recordatorio del profundo vínculo que existe entre las creencias del pueblo y su historia.

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